domingo, 23 de febrero de 2014

Dia 3

Es como si fuera incoherente. Por un lado no paro de repetirme a mi mismo que no pasa nada, que es completamente normal y que no hay ningún problema en ser gay. Claro que sentirte defraudado por tus padres, sentir que tus amigos estan intentando lichar por aceptarte no son sentimientos que demuestren que nada pasa.  ¿Por qué siento como si tuviese que luchar contra todo el mundo?.

Me siento impotente, incapaz de hacer nada para cambiar lo que siento, aunque lo esté deseando. Enamorarte de tu mejor amigo no es nada recomendable, y menos cuando añguna amiga que otra se lia con él. 

La verdad esque ha sido un finde horrible. No se a quién tengo a mi lado, ni  quién me entiende, ni siquiera sé si tengo a alguien a mi lado. Lo único que quiero es no perder a lo único que me queda, mis amigos, que sé que están haciendo todo lo que pueden, pero no me sirve. Entiendo su recelo, su incomodidad y sus rayadas pero aún así me sigue doliendo. No se cómo tengo que actuar delante de ellos para no hacerles sentir mal, para que no coman la cabeza y no tenga que pasar ni por un momento lo que estoy pasando yo. Me agobia tener que srr fuerte delante de ellos, porque no estoy podiendo, y se estan preocupando por mi. Pero lo peor de todo es el miedo. Tengo muchisimo miedo a quedarme solo, a perderles, igual que he perdido a todo lo demás.

Putos prejuicios, que me están influyendo hasta a mí. Siempre se da por hecho la heterosexualidad, y todo lo que se salga de lo "normal" tiende a la revolución, la perversión y a lo raro. Muchas veces me he preguntado porque los humanos no entedemos lo diferente, característica inherente a buestra naturaleza, donde cada uno es un mundo, y donde la diferencia favorece la biodiversidad y el progreso.

Una vez, una persona muy importante para mi me contó que los humanos somos como una niña de cinco años. Como cuándo abre el   Envoltorio de una preciosa muñeca debajo del árbol de navidad y de ide estar con ella para siempre. Tras varias semanas con ella, Lo siguiente que hará será cortarla eñ pelo, tirarla por el suelo y posiblemente arrancarle una extremidad. En ese momento, deja de i teresarle la muñeca. Así mismo pasa con nosotros, alguien con el ego hundido puede dejar de ser interesante para la gente. Ese es mi miedo, dejar de importarle a la gente.

Os dejo con esta reflexión, y con está canción, que me llega hasta el fondo del alma cada vez que la escucho, intentando, no fácilmente, creerme cada pedacito de la letra.


miércoles, 5 de febrero de 2014

Día 2

Llevo varios días intentando distanciarme de él. Lo he decido. He estado leyendo mucho por internet sobre casos como el mio y la mejor solución casi siempre es separarse durante un tiempo. La verdad es que no me está resultando nada fácil. Muchas veces tengo ganas de ir hacia él y decirle lo mucho que le quiero. Pero no, hay que ser fuerte. Lo peor de todo es lo de ser un poco borde con él cuando me habla, porque nunca me ha hecho nada malo.

Estoy bastante más contento conmigo mismo porque creo que esta va a ser la mejor solución. A ver como van pasando los días y si puedo ir aguantando. Pero me da miedo una cosa. Después de los examenes nos iremos todos los amigos y amigas de viaje a Burgos, todos en la misma casa. Quiero hablar con el lo menos posible sin que nadie se de cuenta...

Por otro lado, mis notas no paran de bajar. No es un buen momento teniendo en cuenta que cuentan para acceder a la universidad que tu elijas. No se qué hacer, no me puedo concentrar al estudiar, se me han quitado las ganas y solo consigo perder el tiempo. Necesito que el curso acabe ya!


domingo, 2 de febrero de 2014

Día 1


Este blog en realidad es sólo para mi. Necesito desahogarme con alguien y nada mejor que con gente desconocida.

Todo esto empezó hace varios años, cuándo me di cuenta de que los hombres me empezaban a atraer. Al principio ni si quiera era consciente de ello, quería negarlo y no supuso un gran cambio en mi vida de entonces. Con los años acabé dándome cuenta de que era imposible cambiarlo, ni si quiera aunque aunque no me gustase. Lo llevé con la mayor discreción posible. Fue entonces cuando conocí al que sería mi mejor amigo. Nos sentaron juntos, y no tardamos nada en coger confianza y contárnoslo todo.

Los años pasaban y yo seguía sin aceptarme.Tuve varias novias, que obviamente no me gustaban lo suficiente, y mientras yo iba aprobando los cursos en el colegio. Hace un año o así empecé a meterme en páginas y a hablar con chicos de mi edad. Para entonces era un gran secreto que no estaba dispuesto a desvelar a nadie.

El gran problema fue cuando mis padres se enteraron por casualidad. Yo no sabía que hacer, me sentía fatal, no me tenía ningún aprecio y me avergonzaba de ello. Además, la respuesta que me dieron no fue muy buena. Pasé los peores meses de mi vida y fue entonces, cuando decidí contárselo a mis mejores amigos.

En general, su reacción fue de sorpresa. El chico del que os acabo de hablar fue el que mejor lo llevó, hizo que me sintiera más seguro y me ayudó en todo lo que pudo, igual que años antes yo le había ayudado a él. El resto de mis amigos hicieron como si nada hubiese pasado, ignorando la ayuda que en realidad les estaba pidiendo al contárselo. Eso hizo  que fuera todos los días al colegio con un vacío dentro de mi.

El uníco apoyo que tuve hizo que poco a poco empezase a sentir cosas. Sí, llevo cuatro años enamorado de mi mejor amigo. El sentimiento es tan fuerte que hago cualquier cosa por estar con él. Tengo mucha suerte de tenerle ahí pero yo necesito más. Me siento estúpidamente gilipollas solamente con pensar que puedo estar con él, porque ni si quiera hay posibilidades, incluso me avergüenzo de lo que siento. No es fácil llevar esto, sobretodo con la sociedad retrógrada que va de liberal. No paro de escuchar "marica" como insulto, "es que me dan asco" o cosas similares. Ayer asesinaron a un chico gay en Chile solo por ésto. Me siento terriblemente sólo e incomprendido, miembro de un "grupo" en la que la mayoría de sus integrantes solo quieren echar un polvo de una noche.

Pero lo mejor llegó ayer, cuando mi mejor amigo me contó que perdió la virginidad con una chica que ambos conocemos. En ese momento pude experimentar la peor sensación de mi vida, como si se me clavasen cien mil cuchillos. Cuando se marchó a casa, mi corazón se fue con él.